Descripción: Las pieles “mixtas” son frecuentes y pueden
ser
motivo de consulta dermatológica por su difícil
cuidado...
Conoce más
Aprende todo sobre las pieles mixtas
Las características de nuestra piel cambian
según la zona de la piel: la piel de los párpados y la de las
palmas
de las manos o las axilas, por ejemplo, tienen una anatomía muy
diferente
y funcionan de forma distinta. Solo en lo que respecta a el rostro, la piel
de
nuestras mejillas, la frente y la barbilla, tienen características
diferentes.
Las pieles “mixtas” son frecuentes y pueden ser motivo de
consulta
dermatológica por su difícil cuidado.
La piel mixta no es un tipo de piel en sí misma, ya que puede ser
seca o
grasa
(hiperseborreica). Se caracteriza por una zona T grasa (frente, nariz y
barbilla) y
una piel normal a seca (o incluso escamosa) en
el resto del rostro.
¿Por qué una piel mixta y no una
piel seca?
No podemos cambiar nuestro tipo de piel, pero para compensar ciertos
desequilibrios
debemos utilizar productos de cuidado de la piel adecuados.
Sin embargo, nuestro tipo de piel puede cambiar; el paso de una piel mixta a
una
piel
seca, por ejemplo, es habitual al llegar a los cincuenta años.
Entonces, ¿hay que dar prioridad a la
lucha contra el sebo?
La presencia de zonas con exceso de producción de sebo o incluso con
imperfecciones no es en absoluto una razón válida para
adaptar la
rutina de cuidado de la piel a la piel grasa. En realidad,
hay que tener en cuenta la reactividad particular de la piel que provoca
zonas
secas
en el rostro con pieles mixtas.
La aplicación de un producto cosmético destinado a las pieles
grasas en
estas zonas secas
(o, a la inversa, la aplicación de un producto
destinado a las pieles secas en las zonas grasas) suele ser mal tolerada y
puede
causar importantes molestias en la piel.
Recomendamos utilizar productos específicamente formulados para
pieles
mixtas
para:
Trata la zona T, como lo harías con la piel grasa. El objetivo
es
reducir
el aspecto brillante y graso, y actuar eficazmente para combatir el
exceso
de
sebo proporcionando un efecto matificante.
Hidrata y reconforta las zonas que se sienten tensas.
No hay que utilizar nunca cuidados “stripping” que son
demasiado
agresivos para las partes secas del rostro y estimulan la producción
de
sebo en las partes grasas.
Los polvos sueltos son perfectos para matificar esta zona y
pueden
reaplicarse, si es necesario, durante el día. Antes
de
aplicar la base de maquillaje, también puedes
utilizar
una
crema
o loción matificante para reducir los brillos en esa
zona
durante todo el día.
En primer lugar, hay que recordar que únicamente la
consulta
con un dermatólogo permite determinar si es
necesario un
cuidado médico para controlar las pieles con
tendencia
acneica
y cuál es el adecuado.
En el caso de las pieles mixtas, los productos
específicos para pieles con tendencia acneica
(incluidos
los
cuidados prescritos por los médicos) deben
utilizarse
solo en
la zona central
del rostro. Para mejorar la tolerancia y promover el
cumplimiento,
se recomienda el uso de un cuidado dermocosmético
para
restaurar el confort de la piel.
Las personas con pieles con tendencia acneica quieren
ocultar
sus
lesiones. Los avances permiten ahora disimular eficazmente
estas
lesiones con fórmulas no grasas y no oclusivas. En
el
caso de
las pieles mixtas, una base de maquillaje adecuada debe
combinarse
con una crema altamente hidratante para evitar que la piel
se
reseque.
Las personas suelen asociar la protección solar con
tener
texturas gruesas que no son buenas para las zonas
hiperseborreicas
del rostro o para las pieles mixtas, ya que la secreción
de
sebo aumenta con el calor. Hoy en día, las texturas
de
los
productos de protección solar han cambiado mucho y
se han
adaptado a los distintos tipos de piel. Ahora es fácil
encontrar
productos eficaces y especialmente adecuados para este tipo
de
pieles.